
Imagen obtenida en Google
jueves, 26 de enero de 2012
Redención
Era cosa del día, o del destino, que me llevó hasta su altar destruido
y allí la ví, era hermosa, a pesar de su vagabundearía en acompañamiento de latas sucias.
La ví, y nuestros ojos se encontraron
me preguntaba mientras me le acercaba, ¿cómo una mujer tan hermosa, adorna estas calles sucias y desamparadas?
¿Cómo se llama? le pregunto, me mira, y sus gestos se esconden.
Le dí dinero, y me preguntó si la podía llevar a desayunar a la panadería del lado.
Si, respondí.
Las panaderas no la querían allí dentro, le dije que le sirvieran desayuno que yo pagaba, hablamos un rato, le pregunté por su familia, y me dijo que estaba sola, sin familia, sin nadie, me decía que la vida era el amor, la familia.
Aprendí mucho mientras la escuchaba, al final me besó, me abrazó, y me sentí llena, rebosante, cumplida.
Aprendí el valor de la familia, y el deber de cuidarla.
Aprendí que algo siempre se puede hacer por nuestro semejante, que ayudando nos ayudamos, que alimentando nos alimentamos, que redimiendo nos redimimos.
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Ven a rescatarme...
ResponderEliminarNos rescatamos en versos.
EliminarQue los versos nos rescaten y el poeta de fe de aquello.
EliminarCuanto dolor en cada esquina.
ResponderEliminarCualquier día podemos ser nosotros.
Más solidaridad.
Si.
Que la gracia de Dios no nos abandone.
EliminarY es que el mundo es una "cadena de favores", o en el peor de los casos una cadena de jodiendas...
ResponderEliminarBuen texto, encantadora imagen...
Un fuerte abrazo y buen fin de semana,
Db.
David.
EliminarLa vida se ha convertido en una cadena de jodiendas.
El capitalismo nos ha consumido, y engañado, hemos perdido valores, y lo fundamental se nos ha ido por el borde. La familia.
Es triste el mundo y la historia humana, crisis, dolor, angustia, luchas, abusos, etc.
Dios nos perdone,
y los humanos nos reconciliemos.
Besos.
No hay nada mejor que la recompensa de ayudar a otro que se encuentre en peor situación (aparentemente) que tú. Y es que la gran mayoría de humanos somos seres empáticos, al fin y al cabo.
ResponderEliminarCreo que intrínsecamente
Eliminartodos nos pertenecemos.
Besos a tu amanecer.